Investigando sobre la próxima reestructuración del Museo del Prado y sobre la exposición de «Invitadas», encontré un video de Youtube que hablaba sobre una fotógrafa muy interesante. Así fue como me encontré descubriendo a Vivian Maier.
Una historia de vida cargada de soledad
Vivian Maier fue una fotógrafa nacida en Nueva York en 1926. De madre francesa y padre austriaco, pasó la mayor parte de su juventud en Francia. Por aquellos años su gusto por la fotografía comenzó a despertar y fue hacia 1949 cuando usó su primera cámara Kodak Brownie. Poco después, en 1951 se mudó a EEUU y comenzó a trabajar de niñera para poder subsistir. Día tras día, Maier salía a las calles de Chicago a retratar la realidad del mundo que la rodeaba. Su trabajo mejoró de calidad exponencialmente cuando compró su famosa Rolleiflex de formato cuadrado (igualito que mi equipo). La parte más importante de su obra fue tomada con esta cámara durante varias décadas. Vivian vivía para la fotografía. Compraba carretes para fotografiar sin parar e incluso empleaba el baño de una de las casas donde trabajaba como nanny a modo de laboratorio de revelado.
Con el trascurso de los años, Vivian Maier tuvo que enfrentarse a la inestabilidad en su trabajo. En la década de los 80 se vio obligada a cambiar de familia, lo que le impidió seguir revelando sus fotos. Esto provocó que cientos de carretes de su obra estuvieran sin revelar y se fueran acumulando. Su situación era cada vez más precaria y decidió almacenar sus cámaras y pertenencias hasta que su situación fuera de nuevo estable. Gracias a la ayuda de tres de los niños que cuidó en su juventud, Vivian pudo pasar sus últimos días en una residencia de ancianos hasta su muerte a los 83 años en el año 2009.
El descubrimiento de John Maloof
La historia de Vivian Maier está cargada de misterio y es casi criptográfica. En 2007 el joven John Maloof estaba buscando imágenes antiguas de la arquitectura de Chicago para hacer un trabajo de investigación para la universidad. Decidió bajar a la casa de subastas que tenía en frente de su domicilio para ver si encontraba algo interesante. Afortunadamente ese día subastaban un lote bastante grande de negativos, carretes y fotografías que cumplían las características que buscaba. Pujó 380$ para hacerse con el botín. Utilizando un escáner de negativos empezó a descubrir fotografías principalmente de las décadas de los 50 y 60. El material era de una tal «Vivian Maier», información que pudo encontrar en varios tickets y documentos que acompañaban el lote. Valorando los trabajos que acababa de encontrar como de una alta calidad artística, decidió ir subiendo algunas de aquellas fotos a su blog personal.
Las reacciones positivas y comentarios hacia el trabajo de Vivian Maier fueron inmediatos. Ante tal acogida Maloof decidió buscar más trabajos de la artista para reunir la mayor colección posible. Contactó con la casa de subastas donde le informaron que había otros dos lotes más que habían vendido a otras personas. John contactó con los propietarios del material y se lo compró, haciéndose con más de 150.000 obras de la artista. Gracias al trabajo del investigador no se perdió prácticamente nada del trabajo de la artista.
Los ejes temáticos del trabajo de Vivian Maier
Aunque es bastante complejo determinar con precisión o catalogar el estilo de fotografía de Vivian Maier, pueden verse claramente ciertos temas habituales en sus obras. Algunos la han llegado a denominar la precursora del street photography, pero la evidencia humanista de su obra la convierte en una autora que va más allá de la escena. Según se especula, sus principales influencias fueron las revistas como Vogue o exposiciones de la época. Lo que es más que evidente es que era una mujer con una amplia sensibilidad y conocimientos del arte, la composición y el trabajo de la luz.
Cabe destacar el amplísimo trabajo de autorretrato de la artista y es que más del 30% del conjunto de sus fotografías eran de ella misma. Vivian estudiaba las formas geométricas, los reflejos…y tenerse de modelo la ayudaba a ello.
Gracias a sus cerca de 40 años de trabajo con niños, Vivian Maier tenía una sensibilidad especial para retratarlos. Otra gran parte de su obra muestra la vida, costumbres y juegos de los más pequeños. Otros temas que podemos encontrar en la fotografía de Maier es «la vida en Chicago», «la noche», «celebridades» o «momentos atrapados justo a tiempo». Tal como indicaba la comisaria de la exposición «Vivian Maier. Una Fotógrafa Revelada»,
fotografiaba simplemente lo que veía, solo las pequeñas cosas, las verdaderamente importantes en la definición de cada persona o situación: un detalle, un gesto, una actitud, una inflexión en la realidad transformada en anécdota. Una desnudez completa de las cosas. Para Maier el acto de fotografiar era una forma de descubrir el mundo y aquello que miraba. Pero más allá de los géneros, la fotografía fue para Vivian Maier una manera de relacionarse con el mundo.
Metal Magazine
Más información sobre Vivian Maier
¿Aún sientes la curiosidad de saber más sobre esta fotógrafa? Existe un documental del año 2013 llamado Finding Vivian Maier en el que además de todo esto puedes documentarte en mayor profundidad. El documental fue nominado entre otros premios, a los Oscar y los Bafta. Si no te importa verlo en inglés subtitulado te lo dejo por aquí.
En su página web oficial puedes encontrar gran parte de su obra fotográfica ordenada por secciones, libros publicados sobre la autora, exposiciones, etc.
Con la llegada de la exposición a la Fototeca Latinoamericana FOLA, se hizo este breve vídeo donde narran de forma resumida la vida de la artista y algunas impresiones de las personas que pudieron disfrutar de la exposición.
Espero que realmente disfrutaras de esta entrada del blog. Me encantaría que pudieras compartir el trabajo de otras fotógrafas que conozcas (el tuyo mismo también puede ser) para verlo y disfrutarlo.
Me parece muy interesante y todo un descubrimiento,aquí se demuestra q con tesón se pueden lograr casi todas las cosas
Estas genial y es muy interesante. No conocía a la fotógrafa y su trabajo es muy bueno. Muchas ganas de ver la siguiente entrada.
Me parece genial el contar la historia de fotógrafas que han sido poco conocidas.
Sigue así.